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Marketing digital y ventas on line, estoy hasta las narices

Marketing digital y ventas on line

Pero también sé que no va a venir nadie a decirme qué tan comprometida estoy o no con mi negocio sólo porque mi página web no aparezca en primer lugar en el buscador de Google.
Si algo he tenido claro desde que empecé en este mundo es que quería que la gente (mis clientes) trataran con una persona que los escucha y cuida cada pequeño detalle de forma personal, para comprar cosas en serie o en automático ya hay muchas por toda la red.
Qué fácil es vender desde el miedo, lo difícil es vender desde el corazón…

De vuelta al homeschooling ya estamos aquí

De vuelta al homeshooling

En este nuevo ciclo me he propuesto no ponerme en el papel de nadie, yo sé qué es lo que me corresponde a mí como su guía, pero en cuestión académica, literalmente, me lavo las manos. En ese sentido, la responsabilidad es de sus maestros y de ellos.
Por lo pronto, el inicio va bien. Pero también es cierto que están en la semana de presentación y repaso; lo que me encanta, es que por fin, tienen clases todos los días y con un horario establecido por materia. Eso hará que vuelvan un poco a establecerse rutinas de aprendizaje y trabajo en casa.

Entre casa, deberes escolares y trabajo

deberes escolares

Pues nos llegó la hora de los deberes escolares en casa. Tengo ya varias semanas haciéndome cocowash para poder llevar este asunto con toda tranquilidad. Si bien ya sabemos a lo que nos enfrentamos y sobre todo a todo el tiempo que tenemos que dedicar a todo este asunto. Ya …

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Yo quiero un trabajo así

yo quiero un trabajo así

Hoy estoy completamente segura que el trabajo de mis sueños es aquel en el que puedo hacer lo que realmente amo, ganando lo que económicamente me merezco; pero, sobre todo, aquel que me permita viajar, salir de vacaciones, descansar, disfrutar sin tener que cargar con una laptop o, en mi caso, con un par de huevos, botellas, pinceles y pinturas para poder trabajar donde yo quiera.

Soy una emprendedora del 4to piso

soy una emprendedora del 4to piso

El tiempo me rendía todavía menos que antes. Eran tantas las cosas que tenía que aprender, hacer, implementar que parecía nunca terminar.
Mientras tanto, lidiando con la “bendita crisis” aquello fue un caos en toda la extensión de la palabra. Pasé por estados de euforia total, de emocionarme al máximo cada vez que conseguía algo nuevo de lo que no me creía capaz a estados de depresión excesiva, de no querer saber nada de nada ni de nadie; explotaba a la menor provocación y vivía en un estrés constante.