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¡Llegue a el cuarto piso!

Justo cumplí 42 años, el Cuarto piso; me doy cuenta de que acabo de pasar por la más jodida crisis de los
cuarenta.

¡Llegué a el 4to piso! y ni cuenta me di…

Pero ¡no inventes! Estuvo más fuerte que mi adolescencia

Creo que en mi época de niña incomprendida me divertía mucho más que en mi época de mujer adulta (¡OOOh por favor digo mujer adulta y se me pone la piel de gallina), la idea de ser un adulto nunca fue algo en lo que
pensé, es más creo que me di cuenta que crecí cuando fui mamá, que de igual manera hasta que
mis hijas estuvieron relativamente grandes me di cuenta que era mamá.

Entonces la cosa es así como la ves, un día soy una persona y al otro día soy otra; soy una
cuarentona .

Pero no creas que digo cuarentona en mala onda, con ganas de auto ofenderme, sino
al contrario, creo que ahora que llegué al 4to piso me doy cuenta de todo el potencial que tenemos
las mujeres.

¿Será que a los cuarenta sabemos lo qué queremos?

Estoy segura de que cuando llegamos a esta etapa de la vida nos damos cuenta lo que realmente
queremos y sabemos que pese a todo tenemos que encontrar nuestro propósito de vida, porque
al final a eso venimos a esta existencia, a lograr un propósito de vida.

Pero cuando somos jóvenes; y casi me atrevo a decir que desde niñas, nos meten en unos
arquetipos que tenemos que cumplir, algunas logran llegar y viven así sin preguntarse si son felices
o no, sólo saben que lograron casarse, tener hijos y tener una familia grande, feliz o no, una
familia.

Otras sólo piensan en ser importantes en la vida, lograr una vida profesional de la cual sentirse
orgullosas y, al final, están más solas que un bote de mayonesa vacío; después estamos las que
tratamos de combinar las dos situaciones y terminamos sin saber exactamente qué es lo que
queríamos o lo que queremos, hasta que llegan los benditos cuarenta y te das cuenta de que en
realidad no hiciste nada de lo que pensabas de debiste de haber hecho.

La mayoría de las mujeres que conozco que ya llegaron al 4to piso sienten que algo les falta, esa
sensación de vacío que no la llena ni el pinchi snickers, llegas al punto de pensar que no has hecho
nada de tu vida, que la realidad es que obvio que si hiciste algo de tu vida, la cosa es que no lo que
querías.

Conste que no estoy generalizando, porque si que puede haber mujeres que siente que están
completas, pero creo que son las mismas que me han llevado a querer compartir todo nuestro
sentir en esta etapa que para mí es la más jodidamente importante de la vida de una mujer.
Si te soy honesta, yo misma no siento que mi vida esté completa, siento la misteriosa necesidad de
seguir buscando pero ahora con la experiencia que me dio la propia vida, que como decía mi
abuela: “suéltenme en esta vida hace 20 años con todo lo que sé ahora y verán todo lo que hago”

Llegue a el Cuarto piso

Y la verdad es que con tanta chingadera que aprende una en esta vida, la Matahari me
queda como principiante, pero sabemos que esto no es posible, pero lo que sí es posible es que
hoy no me sienta como de 20, con esas mismas ganas de saber de la vida pero con la madurez
necesaria de saber lo que quiero y lo que no quiero.

Por esta razón es que Rocio y yo decidimos abrir este espacio, queremos crear una comunidad de
mujeres del 4to piso que estén dispuestas a llevar su vida por otro camino, por el camino del
redescubrimiento personal, de darnos cuenta que no somos tacos para necesitar chile, de que
somos lo suficientemente valiosas para criar hijos solas, de que somos tan inteligentes que la
medición del IQ se vuelve obsoleta, de que somos tan atractivas a esta edad que cualquier mujer
de 20 quisiera tener nuestro punch, la cuestión aquí es que debemos de darnos cuenta que
realmente podemos lograr todo esto .

Entonces pues así… así es como llegaste aquí, y al ser parte de esta comunidad de mujeres vamos
a descubrir lo que somos y nos la vamos a creer por que la que no se la crea va ser nuestro trabajo
que te la creas, con esto no quiero decir que somos un grupo de auto ayuda, no, eso realmente
me caga, aquí somos mujeres reales con dolencias y aciertos reales, tan reales como que todas
cagamos y nos echamos pedos, así o más reales.

Si llegaste al 4to piso acabas de llegar a la mejor versión de ti, que no es fácil cuando nos sentimos
de la mierda pues no, pero a veces ese sentimiento de estar hasta el fondo es lo que te da impulso
para salir a flote y eso no lo aprendí sola, eso me lo enseñó Rocio, así que mejor quédate un rato
por acá, te puedes ir el día que tú quieras.

gabriela castelo

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