Oír y Escuchar no es igual

Oír y Escuchar no es igual; y si no me crees a mí, aquí están las definiciones.

Oír:

1. Percibir una cosa por medio del sentido del oído.

2. Hacer caso de un consejo o aviso.

Escuchar:

1. Prestar atención a lo que uno oye.

2. Hacer caso de un consejo o aviso.

3. Percibir una cosa por medio del sentido del oído.

4. Atender propuestas.

5. Hablar una persona con pausas afectadas, mostrando satisfacción por sus propias palabras.

Si te fijas, oír tiene sólo dos aplicaciones, mientras que escuchar tiene más; y la que, para mí, es la más importante es, precisamente la de “prestar atención a lo que uno oye”.

Definitivamente, oír y escuchar no es igual.

¿Cuántas veces hemos hablado con gente que parece que no nos está pelando?

Están más pendientes de la televisión, del celular o, incluso, pareciera que nos están poniendo atención, pero, en realidad, están en la luna.

Pero también tengo que decir que hay personas que sí parecen estar poniendo atención y contestan a todo lo que estás hablando, pero detrás de cada palabra hay un dejo de crítica o juicio.

Eso, para mí, es otra sensación de que no me prestan atención.

Cuando una persona, realmente, te pone atención es capaz de escuchar más allá de las palabras. Escucha tus pensamientos, tus sentimientos y tus emociones.

Descubre cómo te estás sintiendo con la situación que estás platicando. Puede ver qué escondes detrás de una queja, un enfado o un simple comentario.

Porque las personas que prestan atención (que escuchan) aprenden a conocerte y así interpretar tus palabras.

El ser humano tiene la necesidad de sentirse acompañado, no nos gusta sentirnos solos; y, la mayoría de las veces, no nos referimos a presencia física exactamente sino a atención.

Saber que tenemos siempre a alguien dispuesto a escucharnos y a acompañarnos en lo que estamos sintiendo nos hace sentir más fuertes; pero cuando nos rodeamos de personas que no saben distinguir que oír y escuchar no es igual, entonces nos sentimos más solos que nunca, es como si esas personas no estuvieran ahí.

Y de hecho, no lo están

Una persona que escucha, no critica, no juzga y no da consejos. Se preocupa por saber qué hay más allá. Por conocerte y por tratar de acompañarte más que de apapacharte.

Porque sabe que lo que verdaderamente necesitas no es un consejo o un aplauso, sino simplemente que te pongan atención.

Cuando llegamos al 4to Piso pareciera como si los demás no nos escucharan. Como si nuestras necesidades o preocupaciones dejaran de ser importantes porque siempre hay alguien más con necesidades que uno debe cubrir.

Pasamos a segundo término en la escala de prioridades

Creo que ha llegado el momento de dejar de ser las segundas o terceras, vamos, las últimas en todo. Vamos dándonos nosotras mismas el primer lugar que merecemos y exijamos que los demás nos lo den también.

Es cierto que creemos que tenemos buenas amigas con las que tomarnos un café y platicar “nuestras cosas”, pero siendo realistas, la mayoría de las veces, esas amigas son parte de nuestro círculo y solemos contar lo que nos sobra. Es muy raro que tengamos la confianza para abrirnos totalmente por el clásico miedo a lo que pensarán de nosotras.

El otro día veía en Facebook un meme sobre que “lo bueno de contarle algo a tu marido es que a los dos minutos ya no se acuerda de lo que le contaste, así que no hay necesidad de pedirle que guarde el secreto”.

Eso es peor

Es horrible que la persona con la que compartas tu vida no te preste atención, no distinga entre oír y escuchar; y no sea capaz de recordar las cosas que tú le cuentas y que son importantes para ti.

Por eso es que hemos ideado este grupo de Facebook de Mujeres Perenne; porque queremos contar con un lugar en donde puedas expresarte abiertamente de absolutamente todo lo que te pasa, sin el miedo a la crítica, al juicio o al clásico consejo de quien cree que todo lo sabe o cree que sabe qué es mejor para ti.

Es un lugar donde, además de expresarte, estarás siempre acompañada, sobre todo por Gabriela y por mí, para que siempre sientas que alguien que te está escuchando más allá de las palabras y que te acompañará para que nunca más te sientas sola.

“El ser humano oye para contestar, en vez de escuchar para entender”.

Esta frase es real, pero queremos que deje de ser así. De ahora en adelante, las Mujeres Perenne escucharemos para entendernos y así crecer juntas.

firma Rocio Casas

Vente y compartamos juntas este camino, aprendiendo unas de otras y haciendo nuestra vida mucho más divertida y menos solitaria.

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