La paternidad quita-pon. Si, así como lo leíste.
La paternidad es poco observada, por lo menos hasta lo que yo he vivido.
Quiero aclarar que para mí hay de todo en el batidillo de sociedad en el que vivimos y te voy a platicar mi propia experiencia.
Esto de ser papá debería de tener la misma fuerza e importancia que la maternidad, sé que somos dos géneros distintos y que no vamos a ser iguales, de hecho, tengo mi propia teoría de eso y la puedes leer aquí.
Pero al final de cuentas fuimos dos personas que de forma consciente unimos nuestras almas para crear a un ser, o eso quiero pensar que todo mundo piensa al momento de… y disculpe uste’la expresión…”de abrir las patas”
La cosa es que:
Por qué si un padre decide hacer otra familia y tener más hijos alejándose de la familia con la que estaba ¿no lo critican?
O, dicho de otra forma, se van y su paternidad se convierte en quita-pon.
Un día son papás al otro no, a la semana que sigue son los papás más procuradores y al mes que entra se les olvida que eran papás.
La paternidad quita-pon, ¿un mal de nuestros días?
Estoy segura de que esto pasa desde hace mucho tiempo, pero a mí no me había pasado.
Es increíble ver como los hombres puedes extender su paternidad a kilómetros o peor tantito como pueden ponerse el papel de padres responsables con uno cuando tienen otros tantos pululando por el mundo.
En definitiva
Creo yo que no se dan cuenta de que en realidad es doble trabajo para nosotras y no hablo de dinero, o si somos responsables totales de nuestros hijos (eso es algo adquirido desde que sabemos que somos mamás) hablo de que además de crear una atmosfera de tranquilidad para ellos, debemos de mantener una imagen paterna para que los plebes no se saquen de onda pues.
Yo y te lo digo de corazón a corazón me ha constado los ovarios completos el no hablar mal o no decir lo que pienso a mis hijas de su papá, para mí sería muy fácil decirles que es un papá quita-pon, pero no lo voy a hacer y no por él, sino por ellas.
No por eso soy un ejemplo de mamá o me gane la medalla a la mujer más comprensiva cuando el macho alfa de mi familia decidió darse la vuelta.
Simplemente y así de sencillo, pienso en ellas, en que prefiero verlas así de piratas y felices que con amargura prematura que yo misma les puedo generar.
Ya llegará el día en que ellas preguntaran y yo solamente contestare las preguntas que a mí como la custodia de su alma me corresponden, pura mierda voy a contestar lo que a mí no me toca contestar.
Y entonces esto ¿me convierte en padre y madre?
¡Noooooo! Desde luego que ¡no!
Somos mamás con muchos ovarios y huevos a la vez.
No podemos pretender llenar espacios que no nos corresponden.
Lo que pienso yo que nos toca es educar a nuestros plebes para que entiendan que el mundo caótico en que vivimos existen diferentes tipos de familias.
Que la sociedad ha cambiado tanto para nuestros ojos que ahora las familias se componen de diversas formas por ejemplo:
- Mamá e hijas
- Mamá, hijas y abuelos.
- Mamá, hijas, hijo y tíos.
- Mamá, mamá e hijo
- Papá e hijos.
- Papá, hijos y abuelos
- Papá, papá e hijos
- Mamá, hijas, abuelos, tío y tía. Así es mi familia.
Y mil formas más que se pueden dar, validas a mi punto de vista mientras en el centro de la familia este el bienestar de los niños.
Y conste y que quede claro que yo no soy de las madres abnegadas que deja su vida de lado por las hijas, no, pero si soy de las que saben que ellas me eligieron a mi como su custodia de alma, me eligieron a mí y tengo que hacer lo mejor.
Quiero hacer un último apunte que para mí es necesario y ya que ando por aquí.
No todos los hombres adoptan la paternidad quita-pon, hay hombres que luchan todos los días por sus hijos, que son totalmente responsables por ellos.
Que en su momento tomaron la decisión de que la vida en pareja ya no era lo mejor, y se separaron, pero no se separaron de sus hijos, supieron de forma muy madura y humana llevar las cosas por el bien de los niños.
De esa forma también existen mujeres que se dejan llevar por las tripas y no se ponen a pensar que los hijos no tienen que ser parte de conflictos de pareja, a ninguna edad, no importa si acaban de nacer o ya alcanzan el timbre, los niños no tienen que sufrir las pendejadas de los padres.
Yo sé que las situaciones son muy fuertes.
Y que a veces sentimos que nos pisan y nos re-pisan.
Yo por ejemplo tengo el premio nacional de aguante a pendejadas, como mujer y como persona ha sido muy difícil poderlo decir, pero es lo que hay, pero no por eso voy a ser una mamá amargada y voy a compartir esas gotitas de amargura todos los días con mis plebes.
Al contrario, las estoy educando a que, al momento de tomar acción en algo, puede haber situaciones que no esperábamos o que nos son las mejores, pero al final tenemos que asumir las consecuencias.
Todo debe de ser igual cuando somos padres
Yo no digo que por ser papás no puedan formar otra familia, que haga cada uno de su vida lo que quiera, lo que yo crítico y alzo mi voz es para decir que la paternidad no es quita-pon.
Que la sociedad sea igual de dura con un hombre que con una mujer, no es válido decir:
“Pinche vieja déjala, está loca” y a nosotras decirnos “aguántate, haz como que no ves, luego quien te va a mantener a los hijos”
¡No se vale!, somos humanos custodiando a otros humanos y eso no lo puedes desaparecer solo con formar otra familia.
O tratar de resarcir tus errores pasados con situaciones del presente, el daño ya quedo en otras personitas que tú decidiste traer al mundo.
La paternidad no es quita-pon es cuestión de hombría.