Para mi la palabra “trabajo” en el contexto de una mujer creo que tenemos que ponernos de acuerdo.
Porque todo lo que hacemos es trabajo, yo por lo menos trabajo de nana, de enfermera, de cocinera, de lavandera, de maestra, de diseñadora, de comerciante, de fotógrafa, de editora, de compras, de entrega, de rotuladora, de dentista, de estilista y si te descuidas hasta de terapeuta.
Yo no creo que solo trabajo se le llama a una actividad remunerada, pero en definitiva vamos a seguir en ese tenor.
Trabajo remunerado con el que nos ganamos el pan cada día.
Hoy tengo 42 años a 5 meses de cumplir 43 y si, mi perspectiva de chambear a cambiado mucho, ahora busco disfrutarlo no solo corretear la chuleta.
Cuando tenía 21 años puse mi primer florería después de haber empezado a estudiar diseño floral, de ahí no pare en 16 o 17 años seguidos sin descanso y sin dejar de estudiar lo que me encanta.
Tuve la florería en muchas etapas, la de complacencias y hacer lo que la gente quería, y después me revele y empecé hacer lo que a mí me gustaba que es el arte floral, empezó la controversia por que hacia cosas distintas a los demás, así que me dedique a los eventos por muchos años.
Nacieron mis hijas y las cosas se empezaron a complicar yo entregue a mis niñas a mis papás a su pleno cuidado, la verdad que casi no las veía más que en la noche.
Fue una etapa medio difícil porque yo llegaba agotada, además daba clases de diseño así que siempre moría por llegar a dormir y lo último que quería era dar biberones o bañarlas, es la verdad no te voy a mentir.
Después por situaciones y pendejadas me cambie de ciudad y empezar de nuevo con mi negocio y estar en la antesala de los 40 años me lleno de conflictos y decidí o mal decidí cerrar mi negocio.
Porque o para que te cuento esto…
Para mi es importante ponerte en contexto para que puedas sincronizarte conmigo en el cambio de perspectiva en lo que es un trabajo para mí, es valido que para ti sea distinto, este es mi punto de vista.
Mi perspectiva cambio cuando me escuche y entendí que yo quería hacer algo que reflejara lo que yo soy y lo que quiero transmitir, no es que con lo que hacia antes no lo hiciera, si no que mi forma de ver las cosas cambio.
Hoy día podría volver a mis flores y no lo descarto, pero lo haría de otra forma, primero buscaría el punto medio de hacer lo que me gusta y quiero con lo que los demás pueden buscar.
Y en ese punto estoy, si bien he pasado años estudiando lo que es un negocio on line entendí que al final de cuentas igual que en el físico es importante escuchar, pero no tanto, el bombardeo es demasiado que paraliza.
Lo único que hago hoy es crear piezas con las pueda transmitir algo, y mira que con las flores se transmite mucho, pero con lo que hago hoy siento es más yo.
Es más, hasta perdí el miedo en que mi carota aparezca en lo que hago y antes por ningún motivo me gustaba que tomaran fotos haciendo o montando un evento, no me gustaba.
Hoy día en mis redes sociales de mi negocio lo primero que ves es mi carota y ya no me importa.
Y fue cuando entendí que este era el momento en que mi “trabajo” me lo pedía.
Además de que en esta modalidad de chamba puedo hacer y experimentar muchas cosas y la cosa no termina aquí.
Mi perspectiva cambio cuando cumplí y asumí mis cuarenta.
En mi facebook personal tengo en la portada que dice soy una cuarentona orgullosa, y una amiga de la prepa casi se infarta y me dice: ¿Por qué te llamas cuarentona? Y yo solo conteste: y orgullosa.
Poder tener el privilegio de hacer lo que me gusta y de la forma que me reflejé lo entendí hasta que llegué hasta etapa.
Un día me pregunte que era exactamente lo que quería hacer y la respuesta fue muy sencilla:
“Lo que me sale de los ovarios” y si gano dinero mejor…
Es por lo que te digo que cambie mi perspectiva, y confieso que no fue hace mucho, hace unos meses y literal lo que hago tiene todo mi corazón plasmado en cada pieza que hago.
Con los ojos que veo ahora el trabajo es más yo, antes solo pensaba en ganar dinero y cada vez, en satisfacer lo que mis clientes querían sin importar si yo quedaba satisfecha, siempre me quedaba un hueco en el estómago de incomodidad.
Era parte de mi inmadurez y rebeldía que siempre he tenido, siempre remo al contrario que todos, pero ahora no lo sufro, ahora lo disfruto.
Sé que estás pensando que igual se necesita ganar dinero, y no te voy a decir lo contrario, claro que así es, y más si somos responsables de nuestras crías, pero deja te digo algo:
Cuando solo pensaba en que necesitaba dinero para sacar a las niñas adelante todo se me tapaba, hasta mi canal energético de la abundancia se tomó vacaciones, solo podía pensar en corretear la chuleta para el mes.
No me sentía conectada con lo que hacía, y las ventas eran una carga más que un paso para adelante.
Hoy no, hoy disfruto cada momento y cada paso, claro que pienso en ganar dinero, pero también pienso en poder inspirar a las mujeres y sentirse conectadas con lo que hago.
Así que mi perspectiva de trabajo cambio y estoy orgullosa de llegar a este punto.
Y quiero que tú también veas tu vida laboral de forma distinta, no la sufras, acéptala y sé feliz con lo que haces, si no es así escúchate y vas a encontrar la respuesta.
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