Miedo… una palabra que encierra tantos conceptos que no sabemos cómo ordenarlo.
El miedo del que te voy a hablar no es ese miedo a hacer el ridículo, si no del miedo a estar haciendo las cosas bien.
Miedo a los cuarenta es al tiempo que te va a llevar a lograr algo que quieres, o por fin ver materializado eso que andabas buscando.
Yo estoy siendo atacada por ese miedo. El miedo que me hace no detenerme.
El otro día estaba viendo en la tele un documental sobre las leonas, y me di cuenta como el miedo a que algo haga daño a los tuyos se activa y no se piensa en nada más que en sobrevivir.
El miedo del que te voy a hablar no es ese miedo a hacer el ridículo, si no del miedo a estar haciendo las cosas bien.
Miedo al tiempo que te va a llevar a lograr algo que quieres, o por fin ver materializado eso que andabas buscando.
Yo estoy siendo atacada por ese miedo. El miedo que me hace no detenerme.
El otro día estaba viendo en la tele un documental sobre las leonas, y me di cuenta como el miedo a que algo haga daño a los tuyos se activa y no se piensa en nada más que en sobrevivir.
Y yo estoy en plan sobrevivencia de mí misma
Todo este rollo viene por todos los lados, el lado laboral, el lado sentimental, el lado personal, todos los lados.
Y creo que sentir miedo a los cuarenta es distinto que el miedo que sentía cuando tenía 30.
Que si me detengo a pensar a los 30 no tenia a mis hijas así que mi único miedo entonces era no tener trabajo suficiente para fin de año.
Y ahora que lo pienso era un miedo medio egoísta porque solo estaba pensando en mí.
Ahora que siento miedo a los cuarenta no es solo por mí, si no también por mis hijas.
Tengo ya días sobre viviendo a mis propias ideas y sobre todo al camino que quiero que tome mi vida, mi trabajo y mis hijas.
Digo sobre viviendo porque tengo que irme con pies de plomo para no desbordarme con todas las ideas que empiezan a salir de mi cabeza, he aprendido a depurar mis ideas de mis ocurrencias.
Pero tengo un plan para este miedo de los cuarenta
Te cuento esto porque he decido darle una pequeña pausa a mi negocio para encontrar exactamente su voz, y la verdad tengo miedo.
Es ese miedo del que te hablo, para poder llevar a ese negocio hasta donde quiero tengo que detenerme, no quiero estar dando patadas de ahogado y hacer y hacer cosas y no hacer nada.
Soy de las que parece máquina de hacer cosas, el problema viene cuando tengo que llevarlas a la acción porque me invade el nombrado miedo.
Mi plan y espero que te sirva a ti también es:
Detenerme y pensar realmente que es lo que quiero.
Eso es solamente mi plan.
Es parte de mi sobrevivencia de mi misma, he entendido que por más que quiero hacer las cosas lo más rápido que puedo no puedo esa es la verdad.
La conclusión a la llego es que este miedo del que te estoy platicando me da más miedo a los cuarenta, te prometo que hace 10 años no me temblaría nada, al contrario, me dejaría ir como toro si pensar.
Pero a meses de cumplir 43 años tengo que pensar mucho lo que voy a hacer, además si yo me equivoco perjudico a mucha gente incluyendo a mis hijas.
De repente siento un peso muy grande en mi espalda y sin tener con quien compartirlo me da miedo el equivocarme, así que si siento que debo detener lo hare.
Lo cierto es que solo son unas semanas en lo que me organizo la voz con la quiero trabajar en mi proyecto que quiero tanto.
Espero que cuando sientas miedo te acuerdes que lo puedes usar para tu propia supervivencia.
Lo más interesante que he aprendido pasando por esta crisis de los cuarenta es que cambia la perspectiva de ver la vida, y también tenemos una forma distinta de comernos el mundo.
Eso sí, yo le advierto al universo que vengo sin freno, ya entendí y acepté mi miedo.