Según unos estudios hechos en España las mujeres hacemos el triple de trabajo.
Específicamente esto que te cuento se trataba del trabajo tanto laboral como familiar entre una pareja, pero la neta no me quiero morder la lengua al yo no tener pareja.
Pero lo que me llamo mucho la atención es que en el artículo decían que las mujeres entre los 40 y los 49 años nos dábamos cuenta de todo lo que hacemos.
Conste que no es echarles tierra a las parejas (de ustedes porque yo estoy libre de pecado) pero si te puedo decir que cuando vivía con el papá de mis hijas yo era la que hacia todo en la casa y trabajaba como burro fuera de ella.
La capacidad de la mujer para no parar y seguir haciendo “lo que se tiene que hacer” es lo que llamó mi atención.
Según los expertos
Hablaban de porcentajes que te hacen pensar, comentan que la mayoría de las mujeres de 40 años que trabajan ya sea fuera o dentro de casa, trabajan hasta un 75% más que sus parejas.
Dicen que ellos solo aportan un 25% de su tiempo después del trabajo a los deberes comunes o incluso a los hijos.
Las mujeres somos capaces de después de varias horas concentradas en el trabajo, escuchamos a los hijos, los alimentamos y nos aseguramos de que vayan a dormir limpitos y tranquilos.
Y después de eso, si tenemos que ordenar algo o lavar ropa nos quedamos unas horas más haciendo eso que “debemos hacer”
De verdad que si te pones a pensar te das cuenta de que es así, de que trabajamos un chingo, hacemos un montón de cosas.
De donde sacamos energía
La verdad no tengo idea, lo que si te puedo decir es que mi energía no es la misma que hace 10 años.
Mis ganas son las mismas o más fuertes, pero en definitiva físicamente necesito detenerme, al principio que lo sentí me preocupé mucho por mí.
Me asuste y me deprimí, y ya sabes como soy que me deje llevar.
Después de meses de lucha me dejé sentir cansancio y hartamiento, además que entendí que no nada más era yo, que igual toda la gente se cansa y se harta.
Y empecé a poner días para hacer las cosas, si bien sería una mentirosa si te digo que todo me salió bien. No.
Por ejemplo, hoy son las 6:41 de la tarde de viernes, y no he tendido mi cama, apenas tuve chance de poner a las niñas a recoger su recamara, y terminando de escribir esto necesito seguir en la chamba.
Pero ¿sabes qué? Cuando me siento agotada mental y físicamente me detengo, y no pasa nada.
Las mujeres tenemos más carga de trabajo
Eso es algo que no podemos negar, y no me vayas a entender como hembrista loca o feminista extrema, es más no lo digo yo, lo dicen los estudios de EAE Business School y Gender Studies Director de PRM Market Intelligence, Laura Sagnier lo puedes buscar.
Y honestamente es cierto, yo recuerdo esos momentos en que llegaba tan cansada que lo único que quería era dormir a la niña y caer yo como tabla.
¡Peroooooo! Llegaba el hombre y me tenía que levantar a hacer de cenar, porque ni siquiera despuntaba en llevar unos tacos para yo seguir dormida.
Y eso es mal de todos, no dudo que existan sus excepciones como todo.
Como puede ser que no estés de acuerdo conmigo, y eso es lo interesante de la vida.
Pero lo que yo te puedo decir es que yo no tengo esa alma, si bien sufrí mucho con mi separación, hoy agradezco a las sincronicidades del universo que me ayudo a ver que no era mi camino ¡dar de cenar a un cabrón! Jajajajjajaja lo siento.
En conclusión las mujeres hacemos más
Las mujeres hacemos el triple de trabajo según los expertos, y sin más que comentar, me voy retirando, dejando este post por aquí para que juntas podamos razonar en las realidades de las mujeres.