Somos mujeres a los cuarenta
Que tal que nos soltamos el pelo y nos pintamos la boca de rojo.
La verdad que a mi si me pesaba un poco el decir “cuarenta años” es más no cambiaba mi identificación para que no dijera 40 años
Es una cifra importante.
Es como todo depende del prisma con el que sea observado.
En otros tiempos las mujeres a los cuarenta ya eran vistas como mujeres mayores, y hasta en su forma de vestir se podía ver.
Después de Madona todo cambio… ¡ajajajajjaja!!
Desde que me acuerdo y no sé porque he tenido miedo a verme y hacerme vieja, y después de tener a mis hijas a los 30´s y sacando cuentas no quiero ser una mamá de esas que se ven “grandes”
Yo quiero ser de esas mujeres que se ven con personalidad, de esas mujeres que se ve que han tenido su camino pero que no lo cargan en las espaldas.
En la historia las mujeres hemos tenido papeles muy importantes y la misma sociedad comandada por hombres que nos han llevado a pensar que después de cierta edad ya no servimos como mujeres o que simplemente nos hacemos achacosas y enfadosas.
Y ¿sabes qué? Yo no voy a entrar en ese juego
Las mujeres a los cuarenta somos poderosas.
No quiero utilizar la palabra empoderamiento porque la neta me caga la madre, o sea no me gusta.
Pero si estoy convencida en mis propias carnes que el poder de los humanos en general es infinito.
A mi me corresponde por misión y no estoy clara si es mi misión o no, pero siento la imperiosa necesidad de salir corriendo al mundo y hacerte entender de lo poderosa que es tu esencia femenina.
Tenemos la gran virtud de convertir lo cotidiano y normal en algo diferente y especial, si no me crees voltea a ver a tu marido y a tus hijos y dime si no son personas que tienes cualidades que los hacen especiales, y eso querida mía es gracias a que tienen a una mujer a su lado.
Obviamente que no en todos los casos se da que el marido es una cosa especial, en mi caso lo especial es que entendí que se tenia que ir, pero aun así dentro de todo eso es un hombre con algo especial que en su momento lo exploto.
Todo lo que toca una mujer cobra otro sentido, si no me crees échate un chapuzón a la historia, date cuenta de que la mujer siempre es un antes y un después.
Si ahora votamos es por una mujer, si podemos dar nuestra opinión es gracias a una mujer, si vivimos es gracias a una mujer, para que tanto rollo si no hay más que darse cuenta de que si no fuera por una mujer no estaríamos aquí, además de que a la historia de humanidad una mujer trajo al mundo y dio carne al hombre más sabio que ha estado en la faz de la tierra, sin dejar de lado y resaltar que estuvo aquí por una mujer.
Entonces a los cuarenta tenemos de dos sopas:
La primera es sumirte y dejarte llevar por la crisis de los cuarenta, en donde las canas y las nuevas arrugas ayudan mucho a sentirse vieja, en donde tu cuerpo ya no es el mismo de los 30 y menos si por tus chichis ya pasaron hijos.
Y la segunda es tomar todos esos factores a tu favor, darte cuenta de que para las canas las puedes tapar, como es mi caso, o las puedes dejar y ser una cuarentona sexy con canas.
Con las arrugas es buscarle el lado interesante, las arrugas alrededor de los ojos pueden ser muy sexys, es sabiduría, es conocimiento del medio, es la mirada de una mujer que ha vivido y visto muchas cosas, es más enmarcan la entrada a tu nueva yo.
¿A qué no lo habías visto así?, eso lo entendí cuando alguien me dijo: lo más interesante de ti, es esa mirada de me las sé todas, tú a mí no me choreas…
Y justo ahí entendí que era algo que teníamos que aprovechar.
Levántate y anda, y sé una mujer a los cuarenta orgullosa de ti, de cada una de esas marcas de vida, las estrías, las lonjitas, las canas, las arrugas y demás cosas que para nosotras no deberían de estar, pero que están, aprovechemos eso, nos hace lo que ahora somos.
Yo como te he venido diciendo… ¡Que me amarren que ando suelta!
Vamos por ¡la energía vital!!!