Soy mujer y no voy a parar

Soy mujer, de eso estoy segura y, como tal, creo firmemente en que está genial apoyarnos unas a otras y ayudarnos siempre que podamos.

El lunes 9 de marzo, en México, se está organizando un paro general de mujeres.

En este post quiero expresar mi punto de vista sobre ese paro y explicar porque yo no voy a parar. Y cuando digo que no voy a parar me refiero a la forma en que se está desvirtuando todo este movimiento.

Este movimiento es en protesta por la cantidad de feminicidios que ocurren en México y de los cuales, el gobierno se hace como el tío Lolo, viendo para otro lado.

Según entendí al principio de todo esto, ese era el objetivo, la protesta contra el gobierno. Pero ahora, veo publicaciones de todo tipo en las redes sociales y la verdad es que creo que ya perdimos la visión de lo que se pretendía lograr con este paro.

Se supone que la idea era que se sintiera lo que sería nuestro país sin la presencia activa, económicamente hablando, de las mujeres. Que todas y cada una de las mujeres de este país se quedaran en sus casas y se desconectaran del mundo en todas sus versiones (física y digital). Todo esto me pareció genial, la idea de que el mundo se quedara con mujeres inactivas económicamente podría hacer que más se unieran al grito de ayuda que queremos expresar (sí, estoy hablando de los hombres).

Peeeero…

Esto ha llegado a un punto en donde ya se habla de no hacer absolutamente nada. Es decir, ni siquiera en casa, literalmente quedarnos escondidas en donde nadie nos vea por todo el día. Esto, obviamente implica no ir a trabajar, no recoger a los enanos del cole, no hacer de comer, no preparar desayunos, vamos, no existir por un día para nadie.

Y aquí es donde a mí me brinca todo esto…

Si yo soy mujer y no estoy en casa, mi viejo es capaz (y ya lo ha hecho) de levantarse temprano, preparar desayunos, llevar a los enanos al cole, preparar comida, ayudar con las tareas, etc…

Me surgen varias preguntas a todo este movimiento:

¿El que yo no haga de comer, hará que mi viejo lo haga? Sí

¿Mi viejo es capaz de preparar las loncheras para el cole? Sí

¿Sobrevivirán sin mí un día? Sí, ya lo han hecho y más de un día.

¿El que yo no haga nada ese día por mi familia o por mí va a hacer que el presidente en Palacio Nacional se preocupe realmente por ponerse las pilas para solucionar el gran problema de inseguridad que se vive en el país independientemente del género?

No lo creo… al final están queriendo «castigar» a todos los seres humanos que no sean mujeres con el pretexto de que nuestra ausencia se sienta. Pero las empresas están diciendo que no las van a penalizar por faltar, en los colegios estarán justificadas las faltas para las alumnas que se unan al movimiento. Aquí, de hecho, hay un banco que no va a abrir. En algunos colegios se están organizando los papás para sustituir a las mujeres que faltarán ese día.

Entonces ¿en qué quedamos? Queremos que se sienta nuestra ausencia, pero en realidad no se va a sentir porque el día que revisen las listas de asistencias estarán presentes, el día que paguen salarios estarán presentes y en donde se están sustituyendo, ni siquiera se van a dar cuenta que no fueron.

Lo peor, la mierda que se están tirando las mujeres en las redes sociales. Como es lógico, hay diversidad de opiniones, las hay que sí pararán por completo, las que sólo faltarán a sus trabajos, las que no gastarán, las que no usarán redes sociales… vamos, de todo. Y entonces se tiran comentarios ofensivos, despectivos e hirientes entre ellas.

Y vuelvo a preguntar ¿cómo pretendemos que nos respeten, que nos apoyen, que se den cuenta que estamos aquí si nosotras mismas nos hacemos tanto daño?

¡Empecemos por nosotras, mujeres!

Nos destruimos de a poco, unas a otras y nos quejamos de los demás. Empecemos por respetar y respetarnos. Tenemos que ser nosotras las que nos respetemos para poder hacer que los demás nos respeten y no esperar a que desaparezcamos para que nos extrañen.

Soy mujer y no voy a parar.

No en el sentido que se está manejando. No voy a abandonar a mi familia por un día, me niego a desaparecer ni siquiera por un día. Rechazo rotundamente la idea de hacer pagar a justos por pecadores. Estoy tratando de educar a mis enanos con amor y respeto para todo el mundo por igual y no puedo predicar con un ejemplo equivocado.

Soy mujer… y sí voy a parar, pero de la forma en que se planteó en un inicio.

¡Yo no quiero que se sienta mi ausencia… quiero que se note mi presencia!

firma Rocio Casas

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