Pues no sé… la verdad que la forma de sobre ponerse de una infidelidad pienso yo que es depende de cada persona.
La verdad nadie busca que le pongan los cuernos.
No creo que ninguna de nosotras lo soñemos o lo pensemos.
Lo que si sé y estoy segura es que nadie experimenta en cabeza ajena, por lo que estoy convencida de que cada una lo llevamos diferente.
Y pasamos por las etapas de la separación de forma distinta, o si no has decidido separarte pues pronto comenzaras a sentir la resaca del saber y no actuar.
Conste que yo te estoy aconsejando que te separes, solamente te estoy diciendo que tienes que tomar cartas en el asunto, ya sea para abrir tu camino, o para seguir en el mismo.
Yo no busque una infidelidad y creo que tú tampoco
Tampoco busque sentirme de la jodida y la persona más miserable del mundo.
Pero al final asumí mi parte y eso me hizo descansar, que obvio asumir mi parte no quiere decir que yo haya tenido la culpa, simplemente reorganice mis pensamientos y acomode mis prioridades.
El después es un proceso muy personal, claro que esta el momento de depresión total, de enojo, de decepción, de dudas y sobre todo el de las culpas.
Pero y ¿qué sigue?
Pues la neta no lo sé, escuche muchas historias de mujeres que agarraron a sus hijos y atravesaron el país para empezar de nuevo.
Otras que se dedicaron a hacerle la vida de cuadritos al exmarido, otro grupo de mujeres que prefirieron hacerse de la vista gorda.
Algunas que perdonaron y regresaron con él, y un grupo más que fueron a buscar a la mujer con las que les pusieron los cuernos y la arrastraron de las greñas.
A mi me hubiera gustado hacer un poco de cada cosa, pero las situaciones se van presentando de diferente forma para cada una.
Aquí el punto es el después, el enfrentarte a ti misma después de un golpe tan fuerte, el platicar con tus hijos y explicarles de tal forma que ellos no sé sientan protagonistas ni villanos, el hablarlo con la familia y aguantar opiniones, reclamos, sugerencias y gritos, ¡por que los hay!
Creo que lo más importante es estar en el presente y dejar que las cosas pasen, al final la tormenta más fuerte ya paso, ahora es momento de templar tus emociones para que estén más fuertes que nunca.
Al final, créeme… es mejor siempre saber la verdad
Dolió y un chingo, dolió hasta tus próximas vidas, pero ya lo dijo el hombre más sabio de la historia: “La verdad nos hará libres” y yo elijo la verdad.
Por más dura que esta sea, por más dolorosa o vergonzosa prefiero la verdad.
Ya si el tipo no tuvo los huevos para enfrentarlo nosotras como mujeres fuertes si tenemos los ovarios para enfrentarlo, aguantamos vara tanto por nosotras como por nuestra familia.
Cambiar los planes de vida a veces es bueno, la mayoría de las veces los cambios son necesarios, por lo menos yo lo veo así, los cambios son algo que yo necesito.
No le tengo miedo a los cambios, le temo más a quedarme estancada que a cambiar, y para mi el después de la traición me significo un cambio.
Cambiar es volver a vivir
Después de que me separe definitivamente del papá de mis hijas la neta es que toque fondo.
Pero a estas alturas casi 3 años ya he entendido que fue mejor así, el golpe fue bestial estuvo cabrón, pero ya está sanado.
No sé si esta superado pero esta sanado, para mi ha sido una revalorización de planes de vida, una nueva oportunidad para trazar el camino como mujer adulta, he aprendido a tomar las oportunidades que se me van poniendo en frente, y muchas no las hubiera podido tomar si estuviera con él.
He aprendido a aceptarme como soy, y eso para mi es muy grande, algo que para mi es una prueba es el dejarme las canas, mi ex siempre me decía que en su familia le decían que andaba con una abuelita, y solo soy 2 años mayor que él, y nunca he actuado como una viejita, ni siquiera me visto como viejita, pero así me hacía sentir.
Y hoy me siento muy bien asumiendo mi edad y mi condición, soy una mujer de 43 años, mamá de dos niñas, soltera con un montón de planes y proyectos en camino, ya no en puerta en camino, así que el después para mi fue un volver a empezar.
Empezar con más fuerza y con más voluntad con la motivación necesaria para seguir adelante y enseñar a mis hijas que la vida es de mil colores no solo rosa, pero que nosotras mismas somos capaces de pintar esa vida del color que queramos.