Días de bajón; ya sabes de esos días que sientes que no cabes en ningún lado, que todo está mal, que nadie te entiendo que de plano te sintes muy de bajón.
Si de por si este mundo ya estaba hecho un desmadre desde antes de que nacieramos nosotras, ahora imagina como lo van a recibir nuestros hijos. A mi me preocupa mucho, pero si que creo que estamos a tiempo y que nosotras tenemos mucho papel en esto…
No tengo ganas de hacer nada… eso es literal, me siento cansada, harta, aburrida y con la energía al piso. A veces siento que no quiero saber nada de nada ni de nadie, es como si una fuerza extraña no me dejara moverme. Y no hablo de moverme como levantarme …
Estamos en una etapa en la que una mujer de 40 años no es como era hace unos años, hoy día las mujeres de 40 buscamos más cosas, y sabemos que nuestra vida no va de bajada al contrario, a penas vamos llegando a la mitad de la subida.
Deprimida?? yo a ratos si, pero ya me cansé así que mejor a otra cosa con muchos ovarios.
No todo es nuestra responsabilidad, no todo nos toca a nosotros; cada quien tiene que lidiar con sus propias existencias. Estar ahí para acompañar, apoyar y amar, no quiere decir que tengamos que aguantar o cargar con la mochila o la porquería de los demás.
No es una queja, es más bien una pregunta muy amplia ¿vivo sola?
Sé que hay cosas que sí, que sí tengo que hacer yo (aunque el tengo, me cause urticaria) por lógica o por sentido común. No pretendo que cada uno se haga su comida o que cada uno se lave su ropa; sólo quiero que entiendan que hay cosas que son de todos y que si las hacen no es ayuda para mí, como si me hicieran a mí el favor; es por el bien de todos, creo yo.
A los 20 años nos sentimos poderosas, y lo somos, pero creo que no estaría un listado de cosas que nos hagan pasar la vida más ligeras y libres, por eso aquí te dejo la primera parte de la lista que creo yo que sería importante echarle un ojo
Permití que otros tomaran el mando de mi propia nave y guiaran mi rumbo como si yo no supiera conducir este avionzote.
Hasta que llegué a este punto del viaje donde decidí que manejo de huevos, que soy capaz de decidir hacia dónde dirigirme y que puedo, perfectamente, conducir mi propia vida como me dé la gana… soy yo quien decide si está bien o mal.
Lo que sí tengo claro es que ya no voy a complacer a ninguna otra persona, sólo a mí misma. A partir de ese día, me levanto pensando en mí y sólo en mí, lo demás sucederá, en consecuencia.
Yo no puedo vivir la vida de los demás, es decir, no puedo ser responsable de sus rollos existenciales, no soy la solución de nadie y mucho menos… su basurero.
Hoy me miro al espejo y me gusta lo que veo, así, quien me ame, amará lo que soy y lo que hago… si no… la puerta es igual de grande para entrar que para salir.
Ella es más joven que yo… Algo que ha rondado en mi cabeza durante más de un año. Cuando me enteré de que el hombre con quien yo me iba a morir andaba con una mujer mucho, pero mucho más joven que yo, sentí que el fin del mundo había …